Cuando Nancy Goudarzi cerró su tienda de regalos y jardinería en Freedom Blvd. hace varios años, quiso dedicar el tiempo que ahora tenía a devolver a la comunidad, y quiso centrarse en los alimentos. ¿Por qué los alimentos? "Porque es la forma más valiosa y básica de ayudar", declaró.
Nancy primero consideró la posibilidad de ayudar a una organización como Ag Against Hunger a espigar (recoger el grano y los productos que quedan después de las cosechas). Pero el trabajo pesado sería problemático para ella, así que buscó más, encontró Second Harvest y supo que sería la opción perfecta.
Nancy empezó en nuestra sala de clasificación, ayudando a empaquetar bolsas de productos y a clasificar los alimentos donados por la comunidad. Un año después, hubo una vacante para voluntarios en nuestro Centro de Distribución de Agencias (ADC), y desde entonces ha estado ayudando allí.
¿Por qué alimentos? "Porque es la forma más valiosa y básica de ayudar".
Tres mañanas a la semana, el CAD es un hervidero de actividad. Las carretillas elevadoras transportan palés de alimentos y productos agrícolas desde las estanterías y las neveras hasta la planta del CAD, donde los representantes de 60 de nuestros organismos asociados "compran" alimentos para sus programas. Estas organizaciones incluyen despensas, comedores sociales, programas para jóvenes, programas residenciales y otros. Al igual que en un supermercado, los representantes de las agencias comprueban sus compras antes de cargarlas, y ahí es donde entra Nancy, escaneando los artículos en nuestro sistema y asegurando una salida sin problemas para nuestros clientes.
Además, Nancy desarrolla relaciones con los representantes de las agencias y el personal de Second Harvest, reforzando nuestra eficacia y trabajando por una comunidad en la que nadie pase hambre.
Los alimentos y los productos frescos que Nancy escanea acaban en docenas de lugares del condado de Santa Cruz que atienden a niños, trabajadores pobres, personas sin hogar, ancianos, veteranos y otras personas que pueden estar un poco faltas de la más básica de las necesidades humanas: la comida.
"Me encanta estar aquí", reflexiona Nancy. "Es tan poco lo que tengo que dar al ser voluntaria de Second Harvest, y sin embargo, a cambio, recibo mucho a cambio".